Mide el diferencial de rentabilidad obtenido sobre el activo libre de riesgo por unidad de riesgo sistemático o no diversificable del fondo, representado por su Beta. Tomar el riesgo sistemático como medida de riesgo implica suponer que los gestores de los fondos administran sus carteras de forma eficiente, es decir, que anulan el riesgo específico o no sistemático de los activos mediante la diversificación; es razonable, por tanto, remunerar a los inversores únicamente por el riesgo sistemático que soportan.
Podemos concluir que cuanto mayor sea el ratio de Treynor mejor habrá sido la gestión.