Qué son las clases limpias
Son clases de fondos que se caracterizan por no contar con una comisión de retrocesión, es decir, la gestora no paga comisiones a aquellos que distribuyen sus fondos. Y por tanto, dichas clases de fondos son aquellas con las comisiones más bajas para el cliente final.
Pongamos un ejemplo real:
La comisión de gestión habitual de un fondo de inversión de renta variable puede oscilar del 1,50 % al 2%. Supongamos para hacer los cálculos más sencillos, que se trata en este caso de una comisión de gestión del 2%.
De ese 2% de comisión la gestora del fondo de inversión retrocede al banco o EAF no independiente el 50%, es decir un 1%.
En una EAF independiente solo se dará acceso a fondos de inversión de clase limpia y por tanto se elimina el 50% que la gestora retrocede al banco o EAF no independiente, con lo que la comisión de gestión final para el cliente sería del 1%.
Como podemos observar el ahorro en costes es muy significativo y no hay que olvidar que es un ahorro que se mantiene a lo largo de todo el periodo de tiempo que se mantenga la inversión, de tal forma, que si estamos posicionados en fondos de renta variable de clase limpia con similares costes a lo largo de 5 años habremos dejado de pagar comisiones por importe de un 5% sobre el patrimonio gestionado. Supongamos que hemos tenido un patrimonio medio gestionado de 100.000€ a lo largo de esos 5 años, nuestro ahorro en comisiones de gestión alcanzaría los 5.000 €.
Veamos un ejemplo:
Si un cliente acude a un banco para que le asesoren sobre su patrimonio, tanto su gestor personal o el departamento de banca privada correspondiente, le recomendaran una serie de instrumentos financieros. Supongamos que le recomiendan una cartera de fondos de inversión compuesta tanto por fondos de la gestora del propio banco como por fondos de gestoras de terceros.
El cliente podrá pensar que el asesoramiento ha sido gratuito. Nada más lejos de la realidad.
Por cada fondo del propio banco la mitad de la comisión de gestión se la imputará la gestora y la otra mitad irá a la red comercial del banco, es decir, al asesor del banco.
En el caso de los fondos de gestoras de terceros, también un elevado porcentaje de la comisión de los mismos irá a la red comercial del banco, es decir al asesor del banco, como compensación por la colocación de los fondos de inversión de terceros.
Si un cliente acude a una EAF y esta no es independiente, actuará de la misma forma que el banco. Volviendo al ejemplo anterior cobrará de las gestoras de fondos unas comisiones por los fondos recomendados, así como los honorarios por asesoramiento que pueda acordar con su cliente.
Si un cliente acude a una EAF independiente, y también continuando con el ejemplo anterior, la EAF nunca podrá cobrar comisiones de las gestoras por los fondos recomendados (retrocesiones) y solo podrá facturar sus honorarios por asesoramiento independiente que pueda acordar con su cliente.