Gestión activa VS Gestión Pasiva
La gran ventaja para el cliente es que su cartera estará definida por unos indicadores personalizados que requieren de un seguimiento individualizado y específico que facilite el control y rebalanceo de la cartera conforme únicamente a sus intereses personales.
Existen dos formas de gestionar inversiones financieras: de manera activa o pasiva. La gestión activa consiste en invertir en países, en compañías, en activos, dependiendo de la convicción del gestor implementará las estrategias que considere oportunas variando los pesos de los activos en la cartera, sectores y mercados, tratando de obtener un retorno superior al índice de referencia, por eso este tipo de gestión es mucho más complicada y costosa para el gestor de la cartera.
En cambio, la gestión pasiva consiste en replicar un índice de referencia, hacer una copia de este índice, por ejemplo del Ibex-35, en este caso las rentabilidades obtenidas serán muy cercanas a las que proporcione el índice.